Su última cuartilla tiene por título Quiero ser campeón mundial, y comienza así: “Después de leer este libro de cabo a rabo y conocer las partidas del campeón mundial a rasgos generales, el lector tal vez crea que domina las piezas de ajedrez no peor que el campeón mundial, y hasta cierto punto tendrá razón…”
Me refiero al libro Mosaico Ajedrecístico, un ejemplar de 438 páginas (Editorial RADUGA, Moscú), publicado en 1984 por el entonces campeón del orbe Anatoli Karpov y Eugeni Guik, matemático, cibernético, Maestro del deporte de la URSS en ajedrez y Candidato a doctor en Ciencias técnicas.
Este Mosaico fue escrito antes de 1981 y se terminó precisamente ese año, cuando Karpov se hizo tricampeón mundial. Justamente con el match de Merano da comienzo el volumen, en el que Anatoli analiza todas sus partidas de ese pleito vs. Korchnoi.
Se dividieron el trabajo los autores, de modo que Karpov tuvo a su cargo los temas más técnicos, Guik los más científicos, y ambos teclearon y analizaron en común muchos otros temas de carácter más general.
La manida pregunta ¿el ajedrez es deporte, arte o ciencia? es la base estructural del libro.
En el capítulo Ajedrez como deporte, los autores nos presentan los siguientes subtítulos: Match de Merano, Ser o no ser, Treinta matches por el cetro, Torneo estelar de Moscú, Cinco partidas españolas, Cinco defensas sicilianas, Cinco aperturas cerradas y con la distinción de Para los momentos de ocio: Maniobras enigmáticas y Cómo ganar perdiendo.
Al abordar el Ajedrez como arte, encontramos Quince mejores partidas, Cincuenta miniaturas notables, Teatro ajedrecístico, El Gran Maestro sacrifica la dama, Miniaturas de campeones mundiales y Diagrama insólito. Además, en Para los momentos de ocio: Cinco apuestas perdidas, Alma del ajedrez y Vocabulario del comentarista.
Por último, en el Ajedrez como ciencia aparecen Sorpresas de apertura, Psicología del ajedrez, La computadora juega al ajedrez, Analiza la computadora, Motivos geométricos, ¿Cuál es su rating? y Para los momentos de ocio: A escondidas del jefe, Retrato de Gran Maestro y Quiero ser campeón mundial.
Un serio enfoque del ajedrez, escrito con un estilo fresco y humorístico, como es el caso de las páginas dedicadas a los momentos de ocio que sirven de recreación luego del lector haberse sumergido en los laberintos del juego como lo haría un campeón mundial.
Usted con toda seguridad va a aumentar notablemente su fuerza de juego cuando haya llegado a la contraportada.
Por Jesús G. Bayolo.