Una miniatura brillante

Veamos una partida en la que las negras destruyeron a su rival  en solo 14 movimientos, a pesar de que éste empleó la sólida apertura Reti.


"El 99% del ajedrez es táctica". Esa aseveración puede ser exagerada pero evidentemente contiene mucha verdad, ya que muchas son las partidas que se definen por errores tácticos o combinaciones sorpresivas descubiertas por uno de los jugadores y pasadas por alto por su rival. Pero, ¿de qué depende el nivel táctico?, ¿cómo se entrena?, ¿es el talento natural lo que marca el alcance táctico de un jugador?

No pretendo dar respuestas a tantas cuestiones "filosóficas", pero seguramente que la habilidad natural para percibir rápidamente y con claridad las relaciones entre las piezas es un factor determinante para alcanzar la maestría en esta faceta del juego. No menos importante es la cantidad de horas que le dediquemos a examinar modelos de ataque y defensa, así como a solucionar problemas de mates y combinaciones de los maestros precedentes o actuales.

Veamos una partida reciente en la que las negras destruyeron a su rival en solo 14 movimientos, a pesar de que éste empleó la sólida apertura Reti.

 Jorge Gómez – Diasmany Otero [A12]                                                   Memorial Guillermo García, 2017.

1.c4 c6 2.f3 d5 3.g3 g4 4.g2 f6 5.b3 e6 6.b2 bd7 7.0–0 d6 8.c3 h5!

Después  8...h5

Una intrépida idea que había sido ensayada por el MI Otero en otras oportunidades. La intención de abrir la columna h y comenzar el asalto al Rey rival tiene cierta justificación posicional, debido a que el desarrollo de las figuras blancas no permite una acción central inmediata, que sería lo apropiado para responder a este ataque de flanco.

9.d3

Las blancas no dan crédito al ataque y continúan su desarrollo. Teniendo en cuenta el curso de la partida, habría que considerar tanto 9.h3 como 9.h4.

Luego de 9.h3 xf3 10.xf3 las negras tiene varias opciones atractivas como 9...h4, debilitado el enroque, 11.g4 y ahora hay varios planes como 11...dxc4 12.bxc4 e5 ó 11...d4 12.e4 xe4 13.xe4 g5 seguido de 14... f4.

En caso de 9.h4 puede seguir 9...dxc4 10.bxc4 xg3!? 11.fxg3 b6+ 12.h2 xb2 13.b1 a3 14.xb7 0–0 y hay más debilidades en el campo de las blancas.

9...h4!

¡Hacia adelante!

10.xh4 xh4 11.gxh4 h5!

Dando libertad a la dama negra para que se sume al ataque por h4 y llevando peligrosamente el caballo a f4.

12.e1?

Después 12.♕e1

Parece una defensa inteligente. El joven MI Jorge Marcos Gómez pretende responder a 12...xh4 con 13.f4! y a 12...f4 con 13.f3!, pero evidentemente no conocía la partida Fischer-Benko New York 1963...

La mejor defensa era 12.f4 aunque después de 12...xf4 13.e1 b6+ 14.h1 xg2 15.xg2 e3 16.f2 h3+ 17.h1 0–0–0 18.g2 xh4 19.xf7 h8 las negras tienen un fuerte ataque.

¿Cómo jugaría usted en la posición del diagrama?

12...f3!!

Hermosa jugada que decide inmediatamente la partida. Con el sacrificio de alfil se bloquea el peón f del blanco, lo que hace que la entrada de la dama negra por h4-f4 conduzca al mate. Note el lector que este tema es posible porque la dama blanca e1 bloquea a la torre de f1, y esta a su vez impide que el rey blanco tenga una posibilidad de escape por la casilla f1.

13.c1

No hay defensa satisfactoria, veamos: 13.xf3 xh4 o 13.h3 xh4; 13.exf3 xh4 14.h3 f4.

13...xh4 14.h3 f4!

Después 14...♘f4

El caballo se suma de manera definitiva al ataque. Las blancas abandonaron pues reciben mate en todas las variantes:

a) 14...f4! 15.xf3 xh3 16.e3 (16.xf4 xf4) 16...e2+!

b) 14...f4! 15.exf3 xh3+! (15...g5!) 16.xh3 xh3 17.f4 g4+ 18.h1 0–0–0!

0–1

¡Una de las partidas más hermosas jugadas en Cuba en lo que va del 2017!

En la mencionada partida R. Fischer-P. Benko, Nueva York 1963, ni siquiera se empleó la misma apertura, pero como coincidirá el lector, la similitud en el ataque es clarísima. Veamos:

1.e4 d6 2.d4 f6 3.c3 g6 4.f4 g7 5.f3 0–0 6.d3 g4 7.h3 xf3 8.xf3 c6 9.e3 e5 10.dxe5 dxe5 11.f5 gxf5 12.xf5 d4 13.f2 e8 14.0–0 d6 15.g3 h8 16.g4 c6 (16...c5!) 17.h5 e8? (Era mejor 17...e6 ó 17...c5) 18.xd4 exd4 (Si ahora 19.e5? entonces 19...f5!) 19.f6!

Después 19.♖f6

19...g8 (19...dxc3 20.e5+–; 19...xf6 20.e5+–) 20.e5 h6 21.e2! 1–0. Después de 21.e2! b5 22.f5! o 21...xf6 22.xh6 el mate es inevitable.

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G.M. Reynaldo Vera


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